Como anillo al dedo viene la segunda lectura de la liturgia del pasado domingo, tomada de la 1ª carta de Pablo a los Corintios: comprar y no poseer sería la verdadera actitud de quien compra algo porque realmente lo necesita, simplemente para darle una utilidad. No comprar por comprar, no comprar por tener, no comprar por presumir: comprar, simplemente, porque lo que compramos nos aporta un servicio que realmente necesitamos.
Ésta sería la auténtica actitud del creyente, convencido de que "este mundo pasa", y de que lo que importa realmente es lo que podamos "atesorar en el cielo".
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