martes, 3 de enero de 2012

Pintar la casa


En España, estamos acostumbrados a utilizar pinturas sintéticas (plásticas) en la decoración de nuestros hogares, pero ¿nos hemos planteado si hay alternativas más sanas y ecológicas?
Las pinturas que utilizamos para la decoración de nuestras casas suelen tener los siguientes componentes básicos:
  • pigmentos: otorgan color y protección (en esto último destaca el color blanco, que refleja todas las longitudes de onda de la luz); sin embargo, la producción del pigmento blanco más utilizado, el dióxido de titanio, tiene un elevado coste medioambiental. Una buena alternativa es pintar a la cal (www.ecohabitat.org/articulos/bioconstruccion/cal1.html), aunque se necesitarán más manos de pintura, y se desprende polvo con facilidad. También son tóxicos los pigmentos rojos y verdes que contienen cadmio, cromo o plomo.
  • ligantes: aglutinan la pintura y facilitan su adhesión a la pared
  • aditivos que mejoran la capacidad de cobertura y la conservación a largo plazo
  • disolventes: para disolver los componentes sólidos, suelen ser volátiles.
Según el origen de los componentes, las pinturas son:
  • sintéticas: con ingredientes volátiles derivados del petróleo, y todos los problemas de toxicidad y medioambientales propios de estos, tienen la ventaja de que son lavables y fácilmente accesibles en cualquier superficie comercial; no se unen químicamente a la pared, por lo que se desconchan con relativa facilidad; tampoco son transpirables, por lo que facilitan la aparición de mohos en caso de humedad. Aunque se está reduciendo la volatilidad de sus componentes (usando glicoles en las pinturas denominadas “al agua”), están desprendiendo sustancias tóxicas durante más tiempo, que pueden ser cancerígenas o afectar a la fertilidad. El sello Ecolabel distingue a las pinturas sintéticas con menor carga tóxica. Generan electricidad estática, por lo que acumulan polvo. No suelen publicitar su composición. Producen un color extremadamente homogéneo.
  • minerales: de muy buena calidad, bajo impacto ambiental y muy duraderas (más las pinturas al silicato que a la cal), son muy adecuadas para exteriores o paredes húmedas al ser transpirables; no presentan toxicidad, aunque en contacto con la piel la resecan. No pueden utilizarse sobre otras pinturas, y su aplicación entraña alguna dificultad. No arden y no permiten el crecimiento de gérmenes. Las pinturas al silicato tienen algún derivado del petróleo en su composición.
  • naturales, con ingredientes vegetales y minerales renovables, se utilizan en pintura de interiores, siendo también transpirables; generan colores matizados según la iluminación; sólo pueden dar problemas de salud en caso de alergia a alguno de sus componentes (sobre todo aceite de cítricos), y no utilizan pigmentos tóxicos. Aunque no se menciona en el material consultado, el templ parece que podría clasificarse en este grupo, por sus ingredientes (http://www.proyectosfindecarrera.com/tutorial-pintura.htm).
Consejos: alargar en lo posible la duración de las pinturas, cuidando las paredes; utilizar pinturas naturales o minerales; usar colores claros, que reducirán la necesidad de consumo eléctrico; guardar los restos (en botes cerrados y colocados boca abajo) para reutilizarlos o regalarlos, o eliminar en vertederos especializados (¡nunca tirar por los desagües ningún tipo de pintura, ni el agua de aclarar los instrumentos!).
Las pinturas naturales y minerales no son fácilmente accesibles en el mercado. Las fabrican empresas alemanas como Aglaia-Beeck (www.beeck.de), Keim (www.keim.es) y Livos (www.livos.es), y las distribuyen en España Colorea (www.redverde.es) y Biohaus (www.biohaus.es
Fuente principal: revista Opcions nº 13, 2004 (http://opcions.org/es/revista/13-que-pintamos-nosotros)

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