sábado, 7 de septiembre de 2013

Definiendo los términos (1): Consumo

Siendo éste un blog de consumo responsable, parece necesario que analicemos un poco el significado del término. Y no está nada mal comenzar por  la primera de las palabras que la componen, la palabra consumo.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE) va a apuntar clarito desde el principio:
  • Acción y efecto de consumir (comestibles y otros géneros de vida efímera /  gastar energía).
  • Extinción de caudales, de juros, libranzas o créditos contra la real Hacienda.
Es curiosa la dualidad: encontramos resonancias de aprovechar algo, pero también de gastarlo, de extinguirlo. Dualidad reforzada por el significado del verbo consumir:
  • Destruir, extinguir.
  • Utilizar comestibles u otros bienes para satisfacer necesidades o deseos.
  • Gastar energía o un producto energético.
Este doble significado, que da mucho juego, viene ya fundamentado en la etimología, en el origen histórico de la palabra. Consumir procede del latín consumĕre, que, con el mismo significado, pone un importante acento en la dimensión de gasto y extinción.
No es, pues, una palabra con sentido claramente positivo. Sin embargo, su uso se ha extendido para definir un tipo de sociedad, la occidental, como sociedad de consumo, para la que el diccionario RAE dice lo siguiente:
  • Que está basada en un sistema tendente a estimular la producción y uso de bienes no estrictamente necesarios.
Curioso el baile de significados en lo relativo a la relación entre consumo y necesidad: si el término consumir, además del sentido negativo de gasto y extinción, incluye el positivo de la satisfacción de necesidades, el término sociedad de consumo nos habla del uso de bienes "no estrictamente necesarios".
Daniel Lobo (licencia Creative Commons Atribución)
Interesante dualidad de la que vamos a intentar sacar, concluisiones, sin olvidar, por supuesto, lo que la tradición cristiana puede aportar en todo ello. Que no es poco, por cierto.

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